miércoles, 24 de noviembre de 2010

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carta de lectores
 
30-09-2010
SOLO UN PERRO 
 
El Concejo Deliberante de Concordia aprobó una ordenanza que tiene la intención de prevenir y combatir una enfermedad zoonótica : la Leishmaniasis o Leishmaniosis. Y honesta y sencillamente no podemos estar de acuerdo con la misma. Sin pretensión de ser eruditos en el tema ni pontificar en algo tan delicado como lo es éste, que involucra nada más y nada menos que la salud de toda la comunidad y la sanidad de muchas especies que conviven con el ser humano, sin soberbia ni intención de agraviar a nadie, no podemos dejar de manifestar nuestra disconformidad con lo legislado, con la seguridad además que nuestra opinión es compartida por muchas, muchísimas personas.
No estamos en contra del espíritu de la ordenanza, sí criticamos algunos de sus artículos, como el décimo tercero que dice algo así como: « los animales abandonados en las calles serán rescatados (las negritas son mías) y llevados»...
Mas allá de que no se sabe quien definirá cuando un animal se considerará abandonado, estimamos que aun en el caso de «rescatar» TODOS los perros de Concordia, si el insecto vector o trasmisor de la enfermedad está presente, todos los habitantes estaremos expuestos a ser contagiados después de haber sacrificado hasta el último perro, sin mencionar a los roedores, caballos y otras especies que también pueden ser portadores del parásito que nos enfermaría.
Reiteramos nuestra posición de no estar en contra de la prevención o lucha en una posible emergencia sanitaria, no olvidamos que es nuestra salud también la que está en juego, la de nuestros familiares, amigos y de toda la población, no lo ignoramos, por eso precisamente pretendemos que quienes tienen la responsabilidad de legislar sobre el tema y aquellos que como funcionarios del sistema de salud deben proteger a la comunidad, nos brinden confianza en su accionar.
Hemos participado en más de una reunión donde se ha tratado el avance desde las provincias del norte de esta enfermedad zoonótica, y nos ha preocupado la manera despectiva con que en algunas ocasiones hemos sido tratados aquellos que sosteníamos que la eliminación de animales no frenó el avance de la leishmaniasis, por lo tanto es cruel e inútil insistir con ese método, e ignoraron nuestras opiniones como si el no poseer un determinado título nos inhibiría a reclamar por nuestros derechos y los de otros.
Y en este punto se me ocurrió pensar que una denuncia por mala praxis la inicia generalmente alguien que quizás nunca pasó por la vereda de una facultad, pero su reclamo es receptado y analizado por quienes entienden científica, específica y legalmente del asunto, más nunca descalificado sin haber sido escuchado al menos.

Nos preocupa también el silencio de algunas Instituciones que de oficio debieran involucrarse con su definición en esta cuestiones y que sin embargo casi diríamos que apoyan una legislación que contraría sus estatutos.

Estas elucubraciones se nos han ocurrido en los últimos días ante la posibilidad de la aprobación del Proyecto de Ordenanza de marras, y que al fin así fue sin que ningún concejal antes de levantar la mano hiciera objeción alguna, sin que alguien de los que la diseñaron mostraran algún interés en nuestra preocupación, que es la de muchos como podemos demostrar con las firmas que acompañaron la petición de la Banca del Pueblo conseguidas en tan solo dos o tres días, para defender nuestra posición.

Repito lo mencionado al principio, también queremos un plan de acción ante el avance de esta enfermedad, pero nos oponemos a que sea enfocada en la captura de perros como método preventivo-además, ¿para llevarlos a dónde?, ¿alimentados con qué?, ¿atendidos por quién?, ¿con que estructura de contención y atención sanitaria?, y cuando se precise más lugar para albergar a los nuevos capturados,
¿qué harán con los primeros?

Una vez notificado el señor Intendente, tiene creemos, hasta ocho días hábiles para promulgar o vetar la ordenanza, quizás quiera modificar algo.

Claro que es solo nuestra voz, y solo somos unos proteccionistas en una ONG más, aunque nuestra salud esté en juego, y los otros amenazados que no pueden defenderse, son solo perros.
 Conciencia Animal de Entre Ríos 

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